Cambio y Caos – la calidad de los ciclos

La relativa brevedad del ser humano nos impide entender aquellos ciclos que, a pesar de su repetitividad cíclica, superan nuestra esperanza de vida. Al igual que un insecto que vive menos de un día es incapaz de reconocer el ciclo día-noche, al igual que aquellas aves que apenas viven unos meses no pueden entender el ciclo anual aún viviendo dentro de ellos, los humanos no comprendemos, pese a la historia escrita, los ciclos de cambio social, cultural y económicos aunque vivamos inmersos dentro del cambio.

Ahora empezamos a entender que no vivimos una “crisis” al uso, estamos en un proceso de cambio de ciclo que ya empezó en el siglo XX. De hecho el cambio es permanente, sólo cambia en intensidad e impacto.

Los cambios conducen a nuevas eras, nuevas épocas, nuevas edades. Cualquier cambio de ciclo pasa de un periodo aparentemente estable a uno de turbulento, donde nacen dudas sobre las creencias anteriores, donde el fracaso del ciclo previo hace nacer la duda de forma lenta, pero progresiva, hasta llegar a nuevas conclusiones, nuevas creencias, nuevos puntos de vista. Es el periodo de caos, el periodo intermedio entre dos modelos, el de mayor creatividad y capacidad de cambio. Hasta la llegada de este momento, la dificultad para desprenderse de viejas creencias supone el momento más difícil del cambio, éste es el punto de no retorno, el umbral que abre la puerta definitiva a otro ciclo.

Hoy las sociedades occidentales están abocadas a un periodo de cuestionamiento progresivo y de duda de todas las creencias. Cuanto más se tarde en cortar con los errores del pasado, más largo y penoso será el camino, más dura y peligrosa será la época de caos. Cuando el modelo ya no funciona, alargar su vida supone aumentar el deterioro y un nivel de desorden creciente. La recuperación empezará desde una posición cada vez peor.

Del caos surgirá necesariamente uno de los muchos mundos posibles, con unas estructuras nuevas que faciliten su existencia durante otro periodo. Este mundo nuevo puede ser un mundo mejor, pero también uno de peor. Dependerá en gran medida del grado de conocimiento para entender las causas que motivaron el deterioro del modelo previo.

Hegel, un estudioso de este tema, concluyó que la humanidad tiene tendencia a «reajustar» los modelos creando situaciones opuestas. Shewhart y Deming apreciaron lo mismo en nuestra forma de tomar decisiones organizativas y empresariales, solemos decidir una situación opuesta a aquella que nos ha dado problemas, pero normalmente ésta no es la mejor opción. La respuesta está en el Conocimiento y en la capacidad de adaptación.

El Conocimiento es la base de la calidad y de él dependerá que el futuro sea o no mejor que el pasado. Debemos, pues, aprender para evitar repetir errores.

Los momentos de caos son los de mayor creatividad, un caldo de cultivo propicio para el nacimiento de algo nuevo, diferente e impensable. Una innovación en los valores, en las formas de pensar, de aprender, de relacionarse y de distribución de la riqueza y el poder. Fuerzas de diferente signo, expansivas y contractivas participarán en la contienda y de su resultado depende el futuro. Éste será el momento que definirá la calidad del cambio.

Hoy por hoy, las soluciones que desde las altas instancias políticas y económicas globales se están dando a la mal llamada “crisis”, suponen utilizar las mismas medicinas que nos han llevado hasta aquí, las mismas creencias erróneas de un modelo que ya no sirve. Oponerse al cambio sólo empeora nuestra propia adaptabilidad y nuestra capacidad de gestionarlo.

O no se está entendiendo la profundidad del cambio o las fuerzas que más se beneficiaron del modelo anterior están luchando para mantenerlo el máximo tiempo posible. En cualquier caso el problema es grave, pues esto implica que se deberá producir un mayor deterioro para llegar al punto de no retorno. Cuanto más tardemos, peor para todos.

De momento, viejas creencias y tópicos como la cultura del “esfuerzo”, del “sacrificio”, de la reducción de costes, de la restricción de los beneficios sociales, la gestión por “resultados” cortoplacistas, etc., todas ellas soluciones economicistas tradicionales, se están llevando por delante logros sociales importantes, creando una sensación de desánimo generalizado y la abdicación de derechos. Deberíamos evitar que nuestra tendencia natural a optar por lo contrario, «reajustar», nos lleve a sacrificar las conquistas de la humanidad en pro de un falso pragmatismo. Sería la consecuencia de un mundo con miedo.

Se necesita entender la realidad de los ciclos, sus patrones de comportamiento y la fragilidad de los sistemas que salen como consecuencia de los mismos.

Lo anteriormente dicho aplica tanto a los ciclos sociales como a los que se producen en el interior de cualquier organización.

No esperemos más para empezar. Dudemos y aprendamos.

Nota: Leer el Sistema Deming de R. Aguayo,  Profesor en Stony Brook University’s College of Business de Nueva York y cofundador de Deming Collaboration

Acerca de Jordi Cabré

Jordi Cabré es Ingeniero Industrial, cofundador de Deming Collaboration, consultor y profesor en Calidad, Management, Estrategia y Sistémica. Autor e Investigador sobre liderazgo, sistémica y complejidad. Ex-director de calidad de IBM, Lucal Automotive y Agbar. Libros y ebooks publicados: http://www.amazon.com/Jordi-Cabré/e/B00859CVKU http://www.sigeiconsulting.com/ http://demingcollaboration.com/
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16 respuestas a Cambio y Caos – la calidad de los ciclos

  1. Apreciado Jordi.
    Un post muy apropiado para empezar un año mas que, como no podía ser de otra forma, empieza con la clase política pidíendonos «sacrificios y trabajar mas duro»: errores basados en el desconocimiento.
    Lo cual me lleva a pensar que no puede ser ésta clase política la que gestione un cambio tan profundo como el que se necesita, pues, como bien indicas, requiere un proceso de desaprender para aprender cosas nuevas, para lo cual no están preparados.
    Lo mismo sucede a nivel empresas y organizaciones públicas, sus actuales dirigentes no pueden cambiar sus equivocados modelos mentales, pues aunque supieran que están abocados al fracaso, no pueden abandonarlos, pues son los que les ha llevado a sus posiciones privilegiadas. En muchos cassos no son ellos los que pagan las consecuencias de sus errores (de momento…..)
    Cada día me doy mas cuenta de la gran razón que tienen Trybus cuando compara el momento actual en el management con lo que les pasó a los médicos del siglo XIX, que tardaron mas de tres décadas en aceptar que las infecciones venían de los microbios y no del aire, pese a haberse demostrado.

    José Maria

    • Jordi Cabré dijo:

      Apreciado Josep Maria,
      Como tú, creo cada vez más difícil que nuestros dirigentes puedan gestionar el cambio. La realidad parece indicar que lejos de buscar nuevas formas de ver, cada vez hacen más profundo el agujero que cavan. Estamos en una situación de grave riesgo.
      No basta con que exista una solución disponible, hace falta tener ganas y capacidad de entenderla.

      Jordi

  2. Jordi,
    no solo es cuestión de ganas y capacidad.
    Hace más de una año escribia lo siguiente:
    La innovación como semilla del cambio de paradigmas supone a menudo tener en cuenta las palabras de Maquiavelo en «El príncipe»: «El innovador se transforma en enemigo de todos los que se beneficiaban con las leyes antiguas, y no atrae sino la amistad tibia de los que se beneficiarán con las nuevas.»

    Dieter Rams (1): El «Buen Diseño» es innovador.

    Y eso es algo muy importante a tener en cuenta: ¿a quién perjudica el cambio de paradigma? ¿y tiene suficiente poder para impedirlo?.

    Saludos y a por el 2012.

    • Jordi Cabré dijo:

      Totalmente de acuerdo Gian-Lluís,
      Las fuerzas que se oponen al cambio son las mismas que más se han beneficiado del modelo anterior. Maquiavelo era genial en su comprensión de los comportamientos y luchas de poder.
      Si al final el cambio se produce como creo, la mayor oposición sólo conseguirá atrasar y empeorar para todos el resultado final.
      Como tú muy bien has escrito recientemente, subir impuestos y reducir servicios no mejora la gestión, no la hace más eficiente. No hay ninguna evidencia de que gastando menos lo que se gasta sea con mayor eficiencia. Subir impuestos en recesión es pagar el coste de la ineficiencia.
      Nuestros políticos sencillamente utilizan la visión clásica de ver el balance de resultados y juegan con él. Una visión tan economicista y simplista como inútil. ¿Quien habla de eficiencia, mejora, calidad, innovación? Lamentablemente conocemos la respuesta: casi nadie.
      Saludos y que 2012 sea el año del cambio: Innovación y calidad.
      Jordi

  3. Manuel Ricardo Saenz Salcedo dijo:

    Muy acertado tu post Jordi. Es muy cierto que las Organizaciones ante todo deben desarollar el aprendizaje continuo. Muy interesante. Espero que puedas publicar mas post con una mayor frecuencia.

  4. Pedro Muro dijo:

    Hola Jordi,
    Excelente artículo.
    Defines perfectamente la situación actual, un grupo de personas pretendiendo solucionar la situación sin saber cual es la causa de la misma y poniendo parches sobre el modelo que ha dejado de funcionar, con lo que solo consiguen empeorarlo.
    Como dijo no recuerdo quien, «no podemos solucionar los problemas bajo los mismos paradigmas mentales que los crearon».
    Pero claro, nos enfrentamos a una situación surrealista, ¿cual es el propósito de las personas que se supone que tienen que solucionar la situación? Cambiar o mantener su posición privilegiada.
    Un abrazo
    Pedro

    • Jordi Cabré dijo:

      Gracias Pedro,
      Siempre queda la duda de hasta qué punto la oposición a un cambio inevitable lo fomentan sólo quienes desean mantener sus situación de privilegio o también la falta de conocimiento. Probablemente un poco de ambas cosas, pues quienes desean mantener sus privilegios no tiene tampoco interés en conocer algo nuevo, ello les inhibe de ver los riesgos en que ellos mismos incurren al atrasar un cambio que igualmente ocurrirá.
      Un abrazo,
      Jordi

  5. Pingback: Perspectivas para el 2012. « Personas y sistemas

  6. jordi Bartolome dijo:

    Jordi,
    Como siempre un placer leer tus comentarios, que son incuestinablemente acertados. El problema es que quien ostenta (o más bien es ostentado por) el Poder, tanto político como económico y social, sigue empeñado en soluciones de cambiar para que no cambie nada, a efectos de no perder sus privilegios.

  7. Creo que has puesto el dedo en la llaga, Jordi.
    Y me parece que va a doler mucho.

    Hablas de ciclos en el artículo, con muy buenos ejemplos, sin embargo, la crisis que tenemos no me parece consecuencia de ciclos, no en el sentido en que son fenómenos que se producen por alternativa natural, como el día y la noche, o la sucesión de estaciones del año.

    La crisis ha sido provocada voluntariamente, y se deben a los factores siguientes, si bien no puedo especular sobre en qué proporción cada elemento.

    Continúa aquí: http://goo.gl/rwA4f

    • Jordi Cabré dijo:

      Mi amigo Michel, el paso de la era Medieval al Renacimiento, al Modernismo o a la era actual son como todos fruto de muchas causas.

      Al margen de los aspectos económicos también hay un cambio en los modelos mentales, en las creencias, … que no se producen de repente sino como una progresión.

      Hoy muchos como tú y yo, estamos convencidos de que la respuesta a los problemas de hoy no está en lo que se enseña ni en las escuelas ni en las universidades. Si la solución fuera tan obvia, millones la conocerían. Muy al contrario, estas instituciones matan la innata curiosidad con que nacemos, nos clonizan, nos convierten en robots de pensamiento homologado. Salimos de las universidades convencidos de que el título comporta conocimiento… ¡Falso!, puede haberse convertido en una barrera para demasiados. Cuantas veces un titulado joven, falto de argumentos te lanza a la cara ¡yo soy economista!..¡yo soy médico!…¡yo soy ingeniero!,… como si la titulación hubiera producido un cambio en el «ser» y cuando debería decir ¡he obtenido el título de….! El lenguaje muestra nuestras propias creencias.

      Si los modelos mentales fueran liberados para entender la esencie de lo que pasa, entonces los grupos que sacan partido de estas situaciones y que se oponen a un cambio positivo dejarían de tener la fuerza que tienen. Sólo el conocimiento nos puede ayudar.

      Un abrazo.

  8. César Bock dijo:

    El caos es una herramienta muy potente para la creatividad y seleccionar entre el caos aquellos que es el mejor debe ser un paso previo para cualquier plan de acción.

    Os facilito un link sobre una metodología para el desarrollo de Innovación para el que fuí formado hace 2 años. http://innovationblogsite.typepad.com/Nov%202010%20webinar%20slides.pdf

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